"Haga patria, mate un cura".
A 20 años de esta masacre, aunque estos asesinatos hayan estado siempre presentes en la memoria del pueblo salvadoreño, la "historia oficial" ha comenzado a dar un giro significativo. Porque, como diría una vieja canción "no se puede sepultar la luz", tres gestos recientes rinden un tardío pero igualmente esperado homenaje al martirio vivido por toda la Iglesia salvadoreña en nombre de la fe y la justica anunciadas por Jesús.
"Haga patria, mate un cura".
Así rezaba una consigna militar durante la guerra civil que vivió durante doce años el pueblo de El Salvador y que se desatara luego del asesinato del Arzobispo Oscar Romero, en 1980. Nueve años después, un 16 de noviembre, el escuadrón "Atlacatl" del ejército salvadoreño irrumpía en la comunidad jesuita de la Universidad Centroamericana. El resultado, el asesinato de los seis jesuitas allí presentes, de la señora encargada de la cocina y de su hija de apenas 16 años.
A 20 años de esta masacre, aunque estos asesinatos hayan
estado siempre presentes en la memoria del pueblo salvadoreño, la
"historia oficial" ha comenzado a dar un giro significativo. Porque,
como diría una vieja canción "no se puede sepultar la luz", tres
gestos recientes rinden un tardío pero igualmente esperado homenaje al martirio
vivido por toda la Iglesia salvadoreña en nombre de la fe y la justica
anunciadas por Jesús.
El Salvador dio un giro de 180 grados a su política de las
últimas dos décadas al reconocer públicamente su responsabilidad en el caso del
arzobispo Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por los escuadrones de la
muerte. En una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), el Gobierno del actual presidente Mauricio Funes afirmó que reconoce
"plenamente" la autoridad del organismo y el carácter vinculante de
sus recomendaciones emitidas en su informe de fondo de 2000.
El Gobierno salvadoreño condecoró el día 15 de noviembre a
título póstumo con la Orden Nacional Doctor José Matías Delgado, a los seis
padres jesuitas, masacrados hace 20 años por un batallón especial del ejército,
en plena guerra civil. El grupo estaba compuesto por los españoles, Ignacio
Ellacuría, Amando López, Juan Ramón Moreno, Segundo Montes e Ignacio Martín
Baró y el salvadoreño Joaquín López y López.
La condecoración es la más alta
del país y se reserva a personas que han prestado "eminentes
servicios" a la nación. Además, en este caso, representa un cambio radical
de actitud del gobierno salvadoreño, con relación al criterio escogido por
administraciones anteriores para otorgar semejante honor.
En septiembre de este año, la Cámara de Representantes del
Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución para honrar y conmemorar la
vida y obra de los seis jesuitas y sus dos colaboradoras asesinados en el
campus de la Universidad, hace ya 20 años. En la resolución se “recuerdan y
conmemoran las vidas y trabajo” de los mártires. Y se hace constar que
investigaciones realizadas en 1989 por un equipo especial de trabajo
concluyeron que “miembros del Alto Mando de la Fuerza Armada salvadoreña fueron
los responsables de ordenar el asesinato de los jesuitas y sus dos
colaboradoras, y de obstruir las investigaciones posteriores a los crímenes”.
El acuerdo legislativo reconoce el papel de los sacerdotes asesinados como
educadores, defensores de los derechos humanos y luchadores contra la
desigualdad social y económica en El Salvador. Asimismo, los congresistas
motivan a que se “reconozca la contribución continua en lo académico, en lo
espiritual y en lo social de la Universidad Centroamericana ‘José Simeón
Cañas’” y que “se continúe encontrando inspiración en las vidas y el trabajo de
los mártires jesuitas”.
A finales de octubre pasado, la resolución también fue
aprobada por el Senado de Estados Unidos. En la Cámara de Representantes, la
moción original fue presentada por el congresista James McGovern, a quien la
UCA otorgó un Doctorado Honoris Causa el 13 de noviembre, en el marco de la
celebración del XX aniversario de los mártires.
Para leer el Discurso pronunciado en la Universidad de Santa
Clara, California, el 5 de noviembre de 2009 por el P. Jon Sobrino sj hacer
clic aquí Los Mártires de la UCA, Exigencia y Gracia y para leer el del P. Luis
Ugalde sj hacer clic aquí Mártires Universitarios.
Cortesía de Cpalsj



No hay comentarios:
Publicar un comentario